Las lágrimas deben drenar para que no se acumulen en la superficie del ojo y caigan por la cara. Cuando un conducto lagrimal está obstruido las lágrimas se acumulan, y el ojo lagrimea constantemente.
Cómo se realiza: El oftalmólogo hará una exploración ocular completa para asegurarse que el paciente tiene una obstrucción del conducto lagrimal. La cirugía consiste en conducir una guía metálica a través de la vía lagrimal. Esta permite abrir las membranas que la obstruyen para permitir que la lágrima drene correctamente.
Duración: Este procedimiento tiene una duración de: 10-15 min
Preparación: No requiere de preparación previa por parte del paciente